El colesterol es fundamental para crear membranas celulares y para la síntesis de hormonas sexuales como estrógenos y testosterona, de la vitamina D, de la bilis y de la la aldosterona que regula la presión arterial.
En la sangre se transportan los triglicéridos y el colesterol a través de partículas de grasa y proteína de las cuales existen dos tipos: de alta densidad que contiene más proteína que grasa, y de baja densidad que contiene más grasa que proteína. Éstas últimas al transportarse por la sangre van dejando residuos en la pared de las arterias y es a lo que se le conoce como colesterol malo.
En la fitoterapia encontramos plantas que pueden ayudarnos a bajar y controlar nuestros niveles de colesterol y algunas de ellas son:
Cardo mariano, zarzaparrilla, moringa, hierba del sapo, boldo, diente de león, romero, fenogreco, cuachalalate, alcachofa, ajo, cola de caballo.
La alimentación es muy importante, ya que del reino animal es de donde obtenemos el colesterol en nuestra dieta. Así que pensemos en incluir más cereales como avena, linaza; las legumbres son una buena opción; también podemos consumir frutos secos y son muy recomendables los aceites vegetales; frutas como la granada, manzana y betabel.
Una dieta balanceada siempre nos ayudará a tener controlados los niveles de triglicéridos y colesterol. Las plantas antes mencionadas y la supervisión de un especialista serán una forma natural y segura de mantener un estilo de vida saludable.
Fuente: Salvador Badui Dergal. (2012). La ciencia de los alimentos en la práctica . México, D.F.: Pearson.
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