Cuando somos niños amamos comer frituras, dulces, golosinas, nuestro mayor sueño es poder un día comer todos los dulces que nuestro estómago pueda aguantar, pero seguramente también tenemos una mamá que nunca lo permitió y si ahora nosotros ya somos padres entendemos el porqué.
En la actualidad observamos a más niños con problemas de salud derivado de la mala alimentación y la falta de actividad física, encontramos a una cantidad impresionante de niños con problemas de sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, problemas del corazón, asma, desnutrición, anemia, alergias e incluso ha aumentado el índice de niños que padecen cáncer.
Nuestro modo de vida se ha vuelto más acelerado, práctico y sencillo, ya no prestamos atención a lo que consumen nuestros niños, los productos enlatados nos facilitan la tarea a la hora de la comida; el avance de la tecnología nos ha dado una buena niñera que se encarga de entretener a nuestros niños para poder seguir con el ritmo tan ajetreado.
Entendamos que un niño sano será un adulto sano, los alimentos procesados no son nada recomendables para los pequeñitos, el consumo frecuente puede acarrear problemas irreversibles en la salud de todo el organismo. En una alimentación sana están fuera las bebidas energéticas, los cereales de caja, consumo excesivo de sal, refrescos, frituras, jugos procesados, chicle, comida rápida, por mencionar algunos.
El gusto de los niños por las verduras y frutas viene desde casa, todo depende de la forma en que las introduzcamos en su dieta, la naturaleza nos ofrece infinidad de colores y nosotros solo debemos agregar la creatividad. Un niño sano tiene mejor rendimiento en la escuela y de forma natural podemos ayudarle si complementamos su alimentación con un extracto de Rhodiola rosea que nos ayudará a mejorar su desempeño tanto físico como mental, aumenta la percepción visual, la memoria a corto plazo.
Si tienes hijos cuídalos y llévalos a revisión regularmente, tu especialista podrá recomendarte lo que es mejor para él en cada etapa de su vida. “El mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerlos felices”. Oscar Wilde